lunes, 23 de junio de 2014

La Acacia cornigera, y su ejército de esclavos


Hormiga disfrutando de un glóbulo rico en glucógeno (Cuerpo de Belt)


Primero que todo muuuuuuy buenas a todas y a todos, irrumpo en el Wild Blog para aportar una dosis de clorofila a este maravilloso espacio sobre biología en general. Como veremos en esta entrada, las plantas son fundamentales en la vida de los animales, y pueden establecer con éstos relaciones muy curiosas, como la que os voy a contar.


Espina hueca y hormiga
Os hablo de la relación entre la Acacia cornigera, un arbusto de la familia Fabaceae (si, la familia de donde hacemos la fabada) y las hormigas del género Pseudomiyrmex. En un principio, allá por el siglo XVI, se estudió el comportamiento de estas dos especies, definiendo su relación como mutualismo (relación en la naturaleza en la que las dos partes son beneficiadas). Esto se debe a que el arbusto tiene unas espinas huecas, que cumplen una función disuasoria frente a grandes herbívoros, y en cuyo interior pueden refugiarse y criar las hormigas del género mencionado. Además de otorgarles un seguro y confortante hogar, la planta produce unos glóbulos muy nutricionales en la punta de sus foliolos (hojitas), de las que se pueden alimentar las hormigas.

En el momento en el que el arbusto sufre algún daño mecánico, que suele ser por un depredador, producirá una sustancia que alerta del ataque y el lugar en el que se produce, para que vayan las hormigas, decididas a defender la Acacia. La ausencia de las hormigas, significa para la planta estar indefensa ante insectos y pequeños herbívoros, lo que puede ser fatal, como veremos en la siguiente imagen:

Acacia normal (izqd.) y Acacia a la que se le quitaron las hormigas (drch.)

Sin embargo, con el avance de los estudios en bioquímica y genética, se ha determinado que a pesar de las apariencias, la Acacia tiene una relación de manipulación sobre las hormigas, convirtiéndolas en un ejército de esclavos, que solo podrían verse liberados mediante la acción de Daenerys de la Tormenta. Este descubrimiento fue realizado por el científico Naigel Raine, en 2009. Se preguntó cómo era que las hormigas no atacaban a las abejas que polinizaban las flores de la Acacia. Observaron que en época de polinización, las flores de la planta segregan una sustancia ¡que repele exclusivamente a esas hormigas! Y para más asombro aún, resulta atractivo para las abejas, cumpliendo así una asombrosa y específica doble función. Mediante este mecanismo  la planta manipula a la hormiga situándola solo donde ella quiere.

Como si fuera poco, en los últimos años, el equipo del doctor Martin Heil descubrió que en unas lagunillas de néctar que también forma la Acacia para alimentar a la hormiga, se produce el secuestro de esta especie por el arbusto. Un solo trago de néctar inhibe de por vida la acción de las sacarasas (enzima que digiera azúcares) de la hormiga, por lo que le imposibilitan alimentarse de cualquier alimento que no sea sintetizado por la Acacia.

Insistiendo en mi necia idea de que las plantas son más inteligentes que muchos animales, he de hacer hincapié en las maravillosas ventajas que ha desarrollado la Acacia cornigera a lo largo de la evolución, para manipular vilmente a las hormiguillas.

Os dejo un enlace del documental Sexo, Drogas y Plantas, en donde podréis ver este fenómeno, y muchos más, en los que a pesar de su aparente inercia, se ve como las plantas son increíblemente sagaces. El documental está en castellano y en YouTube. Además, os lo he dejado ya en el minuto en el que hablan de la Acacia y la hormiga Pseudomyrmex...¡os lo doy todo hecho!

Espero que os haya gustado y que sigáis nuestro interesante blog, que lo hacemos con mucho amor solo para vosotros.



2 comentarios:

  1. Estoy maravillada con esta planta.
    Que interesante. Que sabia la naturaleza.
    Te agradezco mucho.

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  2. Hola Juan! No pude ver el vídeo !! No está más en YouTube. Podrías compartirme algún link nuevo donde verlo por favor?

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